viernes, 1 de junio de 2007

Ojos

Ella le contó su vida con los ojos, cuencos ennegrecidos y contundentes. En sus labios, una sonrisa falsa ocultaba una falsa sonrisa.
Nada dijo. En los cuencos cientos de miles de rostros, pasillos de facultades, nombres, hombres, un hombre, papá y mamá, más mamá que papá.
Ella le contó su vida con los ojos, pero a él no le alcanzaba y aplicó la picana una vez más, y otra, y otra, luces que parpadean y ojos que quedan inmóviles, fijos en la mancha de humedad dentro de sus cuencos ahora vacíos.

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